miércoles, 7 de abril de 2010

Terremoto de 7.2 en Mexicali

Eran las 3 de la tarde cuando suena mi teléfono, eran unos amigos que pasaron por mi para ir a tomar un café al Starbucks. En mi casa, estaba mi hermano haciendo una carne asada con sus amigos, mis papas se encontraban fuera de la ciudad.

Mis amigos llegaron por mi, me iban platicando sus aventuras de shopping, y yo les platicaba de mi viaje a Peñasco. Llegamos a Starbuks, nos dieron nuestra orden y nos fuimos a sentar en el segundo piso.

La platica estaba muy buena; entre chistes, burlas, chismes, sticky, todo normal. Dieron las 3.40pm, cuando uno de mis amigos sintió primero el temblor, se levanto de su sillón y dijo que estaba temblando, los demás nos levantamos y en eso fue cuando se soltó el temblor mas fuerte. Las escaleras estaban a un lado de nosotros, así que las bajamos y salimos del establecimiento.

Habíamos dejado el carro enfrentito y nos recargarmos en el mientras mirábamos a nuestro alrededor; la gente empezó a salir del sushi, fontana, de todos los locales de la plaza, se empezaron a escuchar gritos, vidrios quebrándose. Los letreros se movían para todos lados, algo impresionante.

El temblor (o se puede decir terremoto) lo sentimos largo. Todos estábamos asustados e impactados por lo que veíamos a nuestro alrededor. En el Starbuck se cayó todo, la tubería del agua se rompió y empezó a inundar el local. La gente estaba asustada y nosotros no dejábamos de tratar de usar los celulares, pero era inútil, la señal estaba muerta.

Decidimos quedarnos un rato ahí, ya que pasaran las replicas (que nunca terminaron); me llevaron a mi casa y gracias a dios no paso a mayores. Solo se cayeron unos retratos y botellas del trastero, el espejo del cuarto de mi papa se cayó y se quebró. En mi cuarto se me cayeron todas las peliculas, pero ningunas de las teles se cayeron.

Mi sobrina de 2 años me empezó a decir como se movía mi carro que estaba estacionado afuera, que tan impactante pudo haber sido, para que la niña se diera cuenta de lo que pasaba. Mi cuñada me dijo que mi mama ya había hablado, por que allá donde andaban también lo sintieron, les hable por teléfono para decirles que todo estaba bien.

La luz y el agua se fueron, por consiguiente, los que tenemos teléfonos inalámbricos nos era imposible usarlos, pero yo tengo uno alambrico en el cuarto de mi mama, no ocupa corriente, y con ese empezó a hacer llamadas, todos bien gracias a dios.

Ahí en mi casa me quede con mi hermano, su esposa y su niña, y cada vez que se venia una replica nos hacíamos bolita juntos. Al rato empezaron a llegar mis hermanos, todo bien.

Ese fue un domingo que no olvidaremos, aparte sin luz, no podíamos hacer nada. Esa noche me fui a dormir a casa de mi hermano, ni loco me quedaba en mi casa solo. El viento empezó a soplar y el frió se dejo venir. Toda la noche siguió temblando, lo que ocasionó que no durmiera.

A pesar de todo, esa fue una noche muy bonita, como no había luz, el cielo y las estrellas se lucían a mas no poder.

Las replicas siguen, pero esperemos que poco a poco de calme y regresar a la normalidad...

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